Mi más reciente Churret@ q pringo a Twitter...>:D

¿Luchador o Perdedor? ¡Guerrero!

0



  He sido siempre perdedor...
 ¡Perdedor porque has querido! Somos luchadores porque aunque tengamos muchas batallas perdidas, seguimos en pie de lucha, pero más q luchadores, somos guerreros. Porque queremos ganar en nuestra guerra llamada vida...

¡Somos mentes y seres totalmente diferentes!
 Sí, tienes toda la razón y la diferencia está en que tú eres tu piedra d tropiezo, porque te das por vencido. Te sientes derrotado con cada situación que se te presenta en el camino, y cuando miras al lado, ves que las personas han triunfado y tú sigues estancado, te rindes, te sientes fracasado y claudicas sin pensarlo... ¡No, no te rindas! Como quiera respiras y tienes que enfrentar lo que se llama vida.


Cuando la realidad es que has sido un luchador incansable que enfrenta muchas batallas para poder ganar la guerra.
 

“El vencedor no es aquel que no enfrenta el combate y busca vías alternas para evitar sangrar en el campo de batalla, es aquel que sangra en el intento por salir vencedor de esta conflagración llamada vida”

 Creces y te fortaleces, y las heridas son pruebas de que hiciste lo que pudiste y no te rendiste. En el próximo combate aunque este lo hayas perdido, serás más fuerte y firme en tu manera de luchar y aunque te sientas moribundo hasta tu último aliento, ¡Guerrearás!


“Es de Guerreros sufrir, llorar, maldecir y hasta sentirte morir, ¡Pero no es permitido darse por vencido!”

Es que no todos nacen con una estrella sin mancha y sin problemas, ¡Bendecidos sean ellos! ¿Pero yo? 
Tu eres más que bendecido porque continuas aquí con vida mientras el mundo se te cae encima, tú sigues respirando, analizando con firmeza cómo brincar esos obstáculos que por cosas ajenas a tu voluntad hoy te están rondando.


“Guerrero aquel que aunque el mundo se le cae encima, el continua con vida y en su rostro dibuja una sonrisa”





***Recuerda: el ser un guerrero, combatiente, luchador, marcial, bélico, aguerrido o campeador significa tener al Todopoderoso Creador en tu corazón. Sin él no hay adarga, broquel, pavés o rodela que te proteja de esta guerra a la que te enfrentas. Tu estoque, florete, tizona y espada será siempre su palabra.





¡Bendecidos y la paz del Señor sea con ustedes!

La Fuerza d una Mujer...

0

 
 
 
 
Mientras me tomaba una taza de mi delicioso café... Entre una brisa suave y fresca, y el sonido de una paloma imprudente y churrienta que vive en el clóset de mi marquesina. Me senté y analicé cuan terca puede ser una mujer pero a la vez cuan fuerte y decidida es... "En las cuestiones del amor"




No puedo creer que nosotras seamos tan obstinadas, que nos encante fomentar situaciones y a la vez provocar tentaciones. Cuando no las tenemos, no nos convienen o simplemente no estarán a nuestro alcance con el "nunca" y el " jamás". Pero en el camino descubrimos que esa terquedad nos acerca a una interesante realidad, que el rechazo alimenta nuestra fuerza y tenacidad, nos ayuda hasta cierto punto a subir nuestro ego y autoestima. Porque no nos damos por vencidas y desarrollamos una coraza que en el proceso que, aunque nos sintamos como mierda y seamos esclavas de nuestros sentimientos, seguimos dando la batalla con ahincó y entereza. *Nota curiosa: rimo por naturaleza*

Curioso a estas alturas de mi análisis que la actitud que asumimos en estas situaciones, no la acojamos para aplicarla en nuestras demás facetas en la vida o inclusive para rechazar y desechar el sentimiento que nos convirtió en las Guerreras Incansables del Amor.

Pero tengo que reconocer que el amor transforma el corazón, la actitud y la fuerza d cada mujer. Aunque no sea correspondido, y "nunca jamás" deje de ser la casa d "Peter Pan", se convierta en nuestro eslogan oficial, y terminemos sintiéndonos como estiércol de caballo en plena carretera. Deberíamos aplicar esa tenacidad, ahincó y entereza para enfrentar el rechazo que nos espera.

NO estamos cambiando nada ni tratando de aplicarnos algo con lo cual no estuviéramos relacionadas, estamos utilizando la misma fuerza que nos dio el amor para rechazar y destituirlo de nuestro corazón.

Hoy me siento más fuerte que ayer...